lunes, 11 de abril de 2011

COMUNICADO A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA - MEUP


COMUNICADO A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

"Las naciones marchan hacia su grandeza
 al mismo paso que avanza su educación."
Simón Bolivar


La actual coyuntura se ha visto marcada por preocupantes planteamientos desde el Gobierno Nacional entorno a la Educación y la Universidad en Colombia. Planteamientos que van en contravía de los intereses de los estudiantes, profesores y trabajadores miembros de la comunidad universitaria. Si bien el modelo actual de educación no responde a las necesidades que la sociedad colombiana necesita, el modelo que se está imponiendo paulatinamente dejará resultados aún peores para el país.

En días pasados, la “Unidad Nacional” en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, y la Ministra de Educación María Fernanda Campo, presentaron la propuesta de Reforma a la Ley 30 de 1992. Reforma que plantea dar vía libre al capital privado (nacional o internacional) con ánimo de lucro para que invierta en Educación Superior, entre otras cosas. Y en consonancia, se viene alimentando el debate para la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo.


Ambas propuestas se enmarcan dentro de lo que se ha denominado como la consolidación del Neoliberalismo en Colombia. La privatización de las universidades públicas, el ingreso al país de Entidades Privadas con ánimo de lucro para que creen, compren o inviertan en las universidades colombianas, se inserta en la dinámica de formar para estar acorde a las competencias laborales que la globalización exige. Así pues la educación y su calidad se está pensando y evaluando desde la forma del consumo y de la acumulación, de modo que se forman individuos con tareas muy específicas (técnicas) que compitan entre ellos como una mercancía para que algún empresario la compre y la deseche cuando ya no sea útil.

Particularmente en la mayoría de universidades privadas (no en todas se da igual) se ha manifestado esta situación en reformas arbitrarias a los programas académicos, en el alza desmedida de matriculas, en la ausencia de un bienestar universitario integral, en la falta de autonomía y democracia universitaria, y en la medida en que la investigación se guía hacia los intereses económicos y no hacia los intereses sociales. La educación superior está en un alto riesgo de convertirse en mecanismo de enajenación, si es que no lo es ya, y atraviesa un proceso de instrumentalización que coopta todos los niveles de formación: desde la media superior, la técnica y tecnológica, hasta la universitaria. Y si bien se ha venido dando paulatinamente, no es más que el procedimiento seguido por las instituciones para alcanzar la acreditación y avalar el modelo educativo del neoliberalismo; un modelo que no es ajeno al modo en que funcionan las instituciones técnicas y las universidades-empresa, cuyo procedimiento está impulsado por la ganancia, a través del mercado educativo.

De esta manera, es justo decir que la política educativa del PND y de la Nueva Ley de Educación (“reforma al a ley 30) perpetúa en gran medida el conflicto social y armado que atraviesa Colombia, porque acrecienta las brechas económicas de la estructura social de clases y privilegia la economía extractiva, cuyo principio de ordenamiento es la expoliación de comunidades campesinas e indígenas. Y al mismo tiempo no se educa sobre los principios humanistas de buscar una paz diferente, con justicia social para dar soluciones alternativas.

En ese sentido, la educación y la universidad pierden su objetivo de ser elementos fundamentales para la construcción de conocimiento, de ser centros de crítica y de discusión de los diferentes problemas sociales, para plantear alternativas y soluciones. Hoy más que nunca la academia, o lo poco que queda de ella, debe estar ligada a la sociedad. La universidad (pública y privada) debe estar de cara a las propuestas que desde las organizaciones y movimientos sociales se proponen. Por lo tanto rechazamos rotundamente la militarización de las mismas, la violación sistemática de los Derechos Humanos, y la persecución y estigmatización al movimiento estudiantil.

El momento histórico en el que nos encontramos nos llama a la organización. En nuestras manos está el presente y futuro de la Educación y la Universidad en Colombia. Tenemos la tarea de frenar las políticas del gobierno a punta de movilización. Pero tenemos una tarea aun más ardua y compleja, la de construir el modelo de educación alternativo, en todos los niveles, el cual impulse, alimente y se inserte en las dinámicas de la transformación que tanto se pide a gritos en nuestro país. Este modelo debe ir sustentado por la discusión, análisis y crítica de la realidad presente, en la búsqueda de un conocimiento amplio e integral. Es decir, el nuevo modelo de educación debe ser de carácter interdisciplinar, multicultural y colectivo. Donde la historia juegue un papel preponderante en la construcción de identidad y conocimiento.

Así pues, la situación nos muestra que la Unidad es el camino propicio para generar todos esos cambios. Es hora que como estudiantes nos unamos, no sólo entre nosotros mismos, sino también con los otros sectores sociales que históricamente han desarrollado su lucha durante tantos años y hoy se mantienen en pie, resistiendo y avanzando hacia la construcción de un nuevo país.

Hoy hacemos el llamado a que los jóvenes y estudiantes de todas las Universidades nos informemos, nos movilicemos y nos organicemos para pelear unidos por una justa causa. Y dejar claro que nosotros y nosotras somos Estudiantes Privad@s de la Educación y por lo tanto NO defendemos la Universidad Privada.


¡Que viva la Unidad de l@s Estudiantes!

¡Por una nueva Educación para una Nueva y Definitiva Independencia, Viva el Primero de Mayo Unitario!

¡Construyamos el Paro Nacional Universitario, Preparemos el Paro Cívico Nacional!


MOVIMIENTO DE ESTUDIANTES DE UNIVERSIDADES PRIVADAS
MEUP
7 de Abril 2011