jueves, 12 de mayo de 2011

PRIMERO DE MAYO UNITARIO 2011

“Y más revolucionarios significa ser mejor estudiante, mejor hijo, mejor hermano, mejor compañero. Ser mejor revolucionario significa prepararse más, sacrificarse más.
Ser revolucionarios significa entender que el mañana se edificará con generosidad y con sacrificio”

Salvador Allende, 1972

 El 1º de mayo, como fecha histórica del movimiento social, se plantea como una movilización unitaria, en tanto que recoge las demandas del grueso de los sectores populares. En esa medida, la comunidad estudiantil de las universidades públicas y privadas desde sus distintos procesos de unidad como el que adelantamos desde la Federación de Estudiantes Universitarios –FEU Colombia, el Movimiento de Estudiantes de Universidades Privadas –MEUP- y el Colectivo Yuca Brava –CYB- nos reconocemos como sujetos políticos llamados a enarbolar las banderas de los sueños más nobles y justos del pueblo colombiano. 


En el marco de la profundización del modelo neoliberal por medio de las políticas del gobierno de Juan Manuel Santos que, a través de su Plan Nacional de Desarrollo, su acto legislativo de sostenibilidad fiscal, su nueva ley de educación y su ley de primer empleo, entre otras medidas, disponen sumergir al país a los modelos primarios de la economía, poniendo al conjunto del pueblo colombiano al servicio de los negocios que el gran capital demanda, condenando a la mayoría de la población a la más absoluta precarización del nivel de vida, limitando el acceso a derechos como la salud, la educación y las pensiones, todo ello a partir de la flexibilidad laboral y el detrimento permanente a las condiciones de trabajadores y trabajadoras, ahondando además el modelo de despojo con el que el gobierno ha encarado el conflicto social, político y armado que enfrenta el país, mientras con el producto del trabajo mal pagado ellos (los dueños del capital) inundan sus cuentas en bancos en Colombia y en el resto del mundo. 


El modelo educativo que le pretende imponer el gobierno de Juan Manuel Santos al país, no está orientado a otra cosa que a la búsqueda de la maximización de beneficios para los grandes empresarios nacionales y transnacionales, en donde la privatización de las universidades públicas es un hecho casi que inminente y en donde las instituciones educativas con ánimo de lucro serán la herramienta del gran capital para disponer de la formación de los
 trabajadores a la medida de sus necesidades, restringiendo a su voluntad la formación integral y libre del pueblo colombiano, así como su inciativa científica y artística. 

Ante esa situación, los estudiantes como clase trabajadora en formación, reivindicamos la lucha por condiciones dignas de acceso al derecho al trabajo. “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente” decía hipócritamente Álvaro Uribe y es que ellos pretenden ganar sus panes por medio de nuestro sudor ¿y nuestros panes qué?¿hasta cuándo las minorías vivirán a 
costillas de nosotros, las mayorías, a quienes se nos obliga a aceptar con resignación pequeñas migajas? 

Sin embargo, nuestra movilización en este 1º de mayo debe trascender de esta acción, por lo que no debemos quedarnos en la monotonía. La enorme multiplicidad de actores de los que se nutre el movimiento social y el movimiento estudiantil, deben servirnos como el eje para diversificar los procesos que lleven a la transformación del país. Se debe entender la necesidad de trascender del 1º de mayo, pues sólo de esta manera podremos crear procesos que se enmarquen dentro de una lucha de tiempo completo, donde no solo se busque alzar la voz en este día, sino tener una continuidad que refuerce las distintas luchas sociales, así, y sin perder
 la importancia de esta conmemoración, no convertir el 1º de mayo en el único día en el que todos salimos a las calles para luego tener que seguir viviendo bajo las leyes y normas, en general, impuestas por el mismo sistema explotador para llevar a cabo los fines del capital que lo sostiene.

En este proceso, entonces, la unidad juega un papel crucial, pues es el camino obligado con el que podremos vencer. Sólo juntos podremos hacernos de las herramientas que lleven a sumar las fuerzas necesarias para hacer las transformaciones estructurales. “Luchando Unidos seremos invencibles” diría Simón Bolívar. Debemos comprender la importancia y la necesidad de que en estos momentos y, a pesar de cruciales desacuerdos, nos unamos contra el enemigo común, que es la oligarquía colombiana, quien armónicamente con el imperialismo (norteamericano y europeo) no ha cesado en la búsqueda de caminos para oprimir estas mayorías que hoy gritan contra su modelo neoliberal sostenido por medio de la guerra contra el pueblo, guerra en la que han querido enemistarnos internamente, pretendiendo que nuestras propias diferencias nos destruyan.

Ellos tienen sus canales, sus periódicos, sus estaciones de radio, mientras a nosotros nos quedan las calles, las paredes, los medios alternativos y, ante todo, el trabajo en lo que somos, bases de la estructura social que soportamos. Que las universidades, los colegios, los barrios, los lugares de trabajo y las calles sean nuestro medio de acción, pues allí, a diferencia de sus medios tecnológicos y dirigidos desde arriba, se evidencia el verdadero clamor popular, nuestros más justos sueños y nuestras más nobles esperanzas.

El movimiento estudiantil debe salir de las universidades y asumir un carácter político que rompa con el reformismo gremial que sectoriza las demandes populares. Con organización y compromiso debemos forjar el modelo ideal de sociedad y país que pensamos, esa patria nueva, esa patria grande, del tamaño de nuestros sueños que obedezca al espíritu de unidad que dejaron sembrado en estos territorios los padres de nuestra primera independencia.

Es por todo lo anterior que debemos, como movimiento estudiantil, participar activamente de iniciativas populares amplias y unitarias como lo es el proceso de Marcha Patriótica y Cabildo Abierto, pues la situación de exclusión del país no deja otro camino que la unidad política de 
todos los sectores en los que es latente la esperanza de construir un nuevo modelo de paz con justicia social, donde producto del diálogo de todos los sectores sociales y populares ponga fin al modelo neoliberal y guerrerista impuesto al pueblo de Colombia burlando, por distintos medios, su fuerza organizativa y desconociendo su capacidad y su compromiso en las luchas por lo que le pertenece y por lo que se le ha despojado.

Por lo tanto hoy, como siempre, decimos, insistimos y resistimos:


¡¡¡SOLUCIÓN POLÍTICA AL CONFLICTO POLÍTICO, SOCIAL Y ARMADO YA!!!

¡¡¡POR UNA NUEVA EDUCACIÓN Y UNA NUEVA UNIVERSIDAD PARA UNA NUEVA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA!!!

¡¡¡A CONSTRUIR EL PARO NACIONAL UNIVERSITARIO, A PREPARAR EL PARO CÍVICO NACIONAL!!!